Dentro del centro de Austin concurrido, a través de tráfico casi imposible de maniobrar y al otro lado de uno de los únicos puentes que cruza Town Lake queda el Long Center, un centro de los artes escénicas que, cada jueves por la noche este verano pasado, ha auspiciado una serie de conciertos gratuitas con artistas locales de diferentes géneros musicales tocando en escenarios al aire libre con la silueta del centro de Austin en fondo. La serie Drop-In del Long Center permite a muchos músicos emergentes ganar publicidad y a los austinites disfrutar de música en vivo gratuita.
Para Carolina Hale, la cantante principal de su propia banda epónimo, Carolina Hale, la serie de Drop-In le ayudó atraer una audiencia que gustaba su música. Su participación en la serie fue su primera vez tocando en el Long Center, y sintió que el evento fue un éxito.
“[El Drop-In] estaba bien padre,” dijo Hale. “La muchedumbre fue increíble. El evento era particularmente increíble porque atrajo a tantos habitantes de Austin natales como turistas. Así que había una audiencia enorme que vino para disfrutar la música, que se me hizo bien padre. Cómo te diría cualquier artista, tocar para una audiencia que quiere escuchar su música es el mejor sentimiento de todo el mundo.”
Sara Houser, una artista que toca bajo el nombre de S.L. Houser, también compartía los sentimientos de Hale sobre el éxito de su actuación. Houser pensaba que ambos los amenities provistos por el personal del Long Center y la calidad del centro en sí, en contraste con sus actuaciones anteriores, hizo que su experiencia tocando en el Drop-In sería excelente.
“Nos trataron tan bien allá abajo,” dijo Hauser. “No siempre recibes trato estrella cuando tocas conciertos, así que se siente especial cuando dan consideración hacia su calidad de vida. Nos habían alimentado bien y se aseguraban de que tuviéramos un camerino de calidad con aire acondicionado para cambiarnos y quedarnos mientras esperábamos para tocar. El escenario se me hacía super lindo y el aparato de sonido era fenomenal.”
Reflejando sobre su experiencia tocando en el Long Center, Hale pensaba que el personal le dieron un trato muy bien. Además de una recepción cálida, Hale genuinamente le encantó la experiencia que pudo ser parte de en el centro de artes.
“El personal del Long Center era buenísimo,” dijo Hale. “Eran super ayudantes y prácticos con todo. El complejo era excelente. Estuvimos muy bien atendidos. Era una noche de verano llena de diversión, música, y emoción.”
Graham Weber, cantante de la banda The Restos, explicó que su concierto ayudó a la banda ganar publicidad. Weber expresó su gratitud para el apoyo del personal del Long Center y del evento en general.
“Fue un placer tener un equipo de asistentes,” dijo Weber. “Y la promoción fue buena. Beneficiamos de poder dar a conocer nuestra banda, y como tuvimos que revisar nuestra marca y presentación, nos benefició poder tener otro evento bastante publicitado.”
Weber además dijo que el Long Center era el lugar perfecto para su primera actuación porque distinguía de los otros lugares donde habían dado actuaciones en el pasado. The Restos típicamente tocaban en locales al aire libre, tales como en clubes o bares, así que tocar en un espacio tan grande como el Long Center era un gran cambio para ellos.
“Era un evento grande al aire libre y dentro del corazón de la ciudad,” dijo Weber. “Tiene una vista del perfil de la ciudad sublime y es un evento familiar, que nos gustaba, especialmente por la comunidad allí. Creo que mucha gente que no había escuchado nuestra música antes nos vio tocar por primera vez, que fue muy genial para nosotros.”
Houser destacó la importancia de la música en vivo apto para los niños y hablando de su experiencia, añadió que el Drop-In es una buena oportunidad para eso. Explicó que el Drop-In permitía a los niños experimentar y ser expuestos a la música en vivo en un ambiente seguro y controlado.
“Pienso que fue una buena cosa que fue un concierto más temprano y familiar,” dijo Houser. “Desafortunadamente, muchos de los conciertos y clubes de música en Austin son para mayores de 21 años. Personalmente para mí fue una gran cosa poder ir a ver música en vivo en mi niñez. Creo que es realmente importante para los niños poder experimentar eso: música en vivo.”
Houser noto que el Drop-In era una oportunidad padre para introducir su música a audiencias nuevas que tal vez no lo hayan escuchado antes. La serie le dio el chance de alcanzar personas que no habían descubierto a ella o a su música.
“Tengo que tocar en frente de gente que quizás no podrán descubrir mi música de otra manera más,” dijo Houser. “Eventos como el Drop-In son buenos para eso porque están promocionados a un nivel más allá: atraen a una demografía muy diferente de la gente que viene a shows en vivo y en clubes. Entonces se trata más de alcanzar a la gente que no me han oído a mí o a mi banda y que tal vez nunca descubrirán mi música sin eventos como este, así que son muy importantes.”
Por más que los artistas alababan la serie, destacaron algunos contratiempos del evento. Según Houser, el lugar tenía un problema importante: la distancia entre ella y la audiencia. La enorme distancia hizo mucho más difícil para Houser conectar con ellos, lo cual impactó la manera en que sintió su actuación y como fue el evento para ella.
“A veces en esos entornos grandes exteriores la muchedumbre se puede sentir muy alienada”, dijo Houser. “Para empezar, no es un show de rock en un club. Así que la gente andan sentados en cobijas y quedan lejos del escenario. Se me hace bastante difícil romper la cuarta pared y captar la atención de la audiencia para la que estás tocando.”
“Aún con la audiencia tan lejos, Hale opinaba que el evento estaba lleno de energía. Su entusiasmo y agradecimiento para la audiencia y como reciprocaban su energía solamente amplió su disfrute de su actuación.
“Era probablemente unos de mis shows favoritos que he tocado, simplemente porque pienso que había tanta energía positiva,” dijo Hale. “Además la audiencia estaba bien emocionada, que es super importante y mejora cualquier concierto.”
La serie Drop-In del Long Center ayudó a muchos a crecer su base de fans y ampliar el sentimiento de comunidad en Austin. Según Hale, el rol que tuvo Long Center en fomentar la creatividad y la unidad mientras apoyaban a los músicos fue lo que más contribuyó al éxito de la serie del Drop-In.
“[El Drop-In] trajo un espíritu a la cultura vivido únicamente en Austin,” dijo Hale. “Es distinto a cualquier otra ciudad. La escena de música en Austin es tan diversa y creativamente única que el Long Center pudo organizar un evento que promociona nuestra comunidad cultural creativa, que me hizo super chida. Además estaba a otro nivel. Es otro ejemplo del espíritu de comunidad uniendo a la gente para experimentar la música.